sábado, 8 de junio de 2013

¿Por qué no confiamos en el Turco-laser?


Laserturken (trad. El turco láser) es uno de los fenómenos más grandes del Youtube en Suecia en este momento. Un millón de suecos han visto el video en donde unos periodistas noruegos entrevistan a un habitante de Rosengård (un municipio de Malmö, Suecia, donde viven mayoritariamente inmigrantes) quien dice que persigue a “Lasermannen” ( trad. Hombre laser, contexto- un personaje criminal que disparaba a sus victimas con un fusil provisto con una mira láser). Con frases como: “voy a cortar su lengua” y “voy detrás de todos aquellos con el mismo apellido” este tragicómico personaje, fue difundido por toda la red y más de un millón de cibernautas vieron el clip.
Estoy bastante convencido que él estaba ”tomándole el pelo” al periodista noruego y sin querer, terminó haciéndolo con todo Suecia. Concebí esto cuando vi otras entrevistas con este personaje luego de su repentina fama.
Oszkár Molnár, un ex representante de el partido regente en Hungría, Fidesz, dijo que las gitanas se autoagredían con un martillo en sus barrigas cuando estaban embarazadas , para dar a luz a bebés con problemas de desarrollo y con problemas funcionales, y de este modo poder recibir una mayor ayuda social. Hace unos años los políticos suecos nos explicaron que existían casos de niños exiliados quienes inventaban falsas enfermedades y apatía para poder quedarse en el país. Nada de esto era cierto, por supuesto,  sin embargo las declaraciones del gobierno quedaron dando vuelta en la opinión pública y en la mente de los suecos por mucho tiempo.
Algo nos ha hecho pensar que en Rosengård existen personas que se suben a un coche, lo llenan de armas y van por cortarle la cabeza a alguien. Y que además se dejaría entrevistar por un noticiario, aun más reconociendo que llevaría el coche lleno de armas a toda vista.
El “Turco Láser” no es mas que un talentoso bromista, que con su particular humor, tomo la primera oportunidad a la fama. Fama que recibió gracias al despistado periodista noruego.
Cuando joven, en mi barrio Vårby Gård, solíamos jugar con los prejuicios ilimitados que existían hacia nosotros. Cuando nos encontrábamos con algún tipo que nunca antes había estado en un bario del programa gubernamental, comenzábamos a inventar todo tipo de historias- y nos reíamos a carcajadas cuando estas personas de verdad creían en nuestras inverosímiles quimeras. Había algo cómico en este retrato que tenían, asimismo, era trágico pensar en lo exageradamente macabra que era ésta visión. Lo más gracioso en todo este cuento era bromear y tomar el pelo a los periodistas que salían a nuestros barrios en un tipo de safari exótico. Es éste el camino que siguieron muchos, en distintos barrios y provincias, y lo que a su vez contribuyó en la creación de la extensa fauna de prejuicios que hoy existe en Suecia.

Lo interesante en este contexto es preguntarse: ¿Qué es lo que hace que este tipo de rarísimas afirmaciones tengan mas cabida y aceptación? ¿El hecho de que suponemos que un gitano, un solitario niño en exilio
, o un vecino de Rosengård sean capaces de llevar las cosas tan lejos como en los ejemplos anteriores? Es claramente una problemática que recae en la confianza, confiamos menos en los que es ajeno, en los extraños y en quienes son distintos. Estos son ejemplos extremos, pero lo vemos en las pequeñas cosas del día a día: ¿A quienes de los candidatos a un empleo en tu empresa le tienes automáticamente menos confianza, ¿a quién le crees menos? ¿cuál de los candidatos exagera más? ¿quién tiene un comportamiento dudoso?