sábado, 30 de marzo de 2013

El peligro del la diferenciación estereotipada


Una amiga de Alcorcon me contaba este verano cuando nos vimos en las playas de Murcia donde pasamos el verano desde que éramos peques, de que saliendo una noche, se encontró con un tío de su barrio que era “chino pero nacido en España y mas español que cualquiera de nosotros”. La escuche y le dije que la verdad es que no entendía lo extraño del caso, y no pusimos a hablar de eso mismo – que para ella todavía es extraño y algo exótico mientras que para mi es con lo que he crecido en Estocolmo, desde que nací allí en 1983.

Es lógico, las grandes olas de inmigrantes en Suecia, a las que al igual que acá, se dramatiza el discurso en España: “fueron más inmigrantes en una década que en toda la historia”, fue en los setenta y ochenta, y luego ha seguido siendo mucho en los noventa y los “cerocero” también. Casi todos los amigos de mi infancia son nacidos en Suecia o inmigrados con pocos años y por lo tanto igual de naturalizados que yo, el “chino” este en Murcia o Bojan el ex del Barca. También comentamos que los amigos que me he traído a veranear en Murcia, de Suecia, han causado cierta confusión: pero los suecos no son rubios y altos y de ojos azules? Siempre me causaba gracia. “Los míos” al menos no. De raíces latinoamericanas o persas, poco ojito azul sacas. Altura tampoco. Y es que los suecos ya se puede decir, han dejado de tener ojos azules, pelo rubio y de altura innata. A veces cuando doy charlas en Suecia pido al publico que todos los que tengan ojos azules y sean rubios levanten las manos. Lo gracioso del caso es que después de la inmigración de Bélgica y Holanda hace un par de siglos tampoco quedan muchos rubios y ojiazules entre los que “se ven” como “suecos”, nacidos en Suecia de padres y abuelos suecos. La autodefinición va con retraso, y si va con retraso dentro de las fronteras suecas, imaginaros fuera.

Pero así es el caso. En Suecia, con 9,5 millones de habitantes, ya casi un millón y medio son inmigrantes, y somos un millón los suecos nacidos de ellos, fruto del millón y medio de inmigrantes, sin contar entonces los que como mis padres han vuelto a irse. Que también es un problema que os comentare mas adelante – los que tras inmigrar, deciden no quedarse.

Algo parecido le espera a España, eso segurísimo. Encima, dando a luz casi la menor cantidad de habitantes de Europa, toca mas inmigración todavía si no queréis una población con una edad media de 60 años dentro de nada. Y es ahí donde el tema con el que empecé se pone serio: si se va a hacer algo extraño o exótico de los españoles con piel mas oscura o ojos mas alargaditos, se esta creando una sociedad que no esta al día con la realidad ni la necesidad. Claro que una corta época de admiración o interés puede que sea inevitable. Pero mi consejo es evitar esa diferenciación lo antes posible. En Suecia, aunque escribo lo que os escribo, es natural que yo y mis amigos somos suecos par mí, pero sigue siendo algo exótico y extraño y cuando es peor – algo peligroso, para la mayoría. Por consiguiente, seguimos siendo excluidos de trabajos, de estudios y de muchos de los tantos servicios que ofrece la sociedad sueca. Y es que ya va para ridículo. Que tengo amigos cuyos hijos son vistos como un problema a resolver, ya en la guardería, por tener nombre curdo o español? Los nietos de inmigrantes? Nadie quiere esa sociedad, pero muchos la siguen reproduciendo. Lo mejor: parar de una vez.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Podrías sugerir que la discriminación no existe - pero sí existe!


Demostrar el efecto exacto de la discriminación no es tarea fácil. Cuando un empleador discrimina a un candidato para un trabajo, por ejemplo, es un mal menor, no un punto en contra, ya que éste no está siendo despedido, simplemente no consiguió el empleo.  Las estadísticas exponen a aquel que consigue el trabajo, en vez de,  aquel que fue discriminado.  No se puede medir de otro modo que contar las experiencias de quienes han vivido la discriminación en persona, argumento en el que se respaldan aquellos quienes sostienen que ésta supuesta problemática no es a gran escala-  y no abarca a todos. Los mismos afirman que las personas que viven experiencias de discriminación, en realidad sólo se sienten discriminados, pero que las razones de fondo son otras.

La entidad gubernamental, DO *, recibe una gran cantidad de demandas cada mes de personas que se han sentido discriminadas, en su ambiente laboral, pero también buscando empleo ( sienten que no se les ha dado las misma oportunidad que los otros candidatos), por el sólo hecho de ser quienes son. Ellos sin embargo no tienen relación a quienes han sido parte de las encuestas y expresaron que han vivido discriminación. Como ejemplo miremos el caso de que 28 porciento de los cesantes que activamente buscan trabajo,  se sienten discriminados al buscar empleo (según el resultado de la encuesta “Upplevelser” de 2005, hecha en Suecia, a inmigrantes que han vivido discriminación étnica)

Desde un punto de vista juridicial, son únicamente los casos de índice étnico, de género, por religión, orientación sexual e identidad transexual que pueden llevarse a juicio.  Sin embargo existen más tipos de discriminación, además de muchísimas combinaciones entre sí.  Una estudiante de leyes de la Univerdidad de Lund, Suecia, está pronto a terminar su trabajo de examen sobre las leyes existentes contra la discriminación múltiple e interseccional, leyes que en realidad no existen. El razonamiento de la autora yace en que el sistema judicial juzga de manera distinta entre casos similares: ¿Es peor ser discriminado por ser nacido en Asia que en otro lugar? O es en fondo una discriminación en sí? ¿Son los hombres inmigrantes de países asiáticos menos discriminados que las mujeres asiáticas? La justicia necesita “ponerse de acuerdo” en estos puntos, y quizás también nosotros.

Agreguémosle a esto que además discriminamos a las personas por muchos otros factores, por ejemplo el lugar en el que vives. En nuestra encuesta, Los barrios vulnerables de Suecia 2012, 17 porciento contestó que su dirección doméstica, es decir el municipio donde viven, en varias ocasiones, ha sido un factor negativo y les juega en contra. Además ante la misma pregunta, 25 porciento respondió que en mas de una ocasión han sentido que su dirección doméstica les a desfavorecido. Es interesante ver como ejemplo el caso de Fittja* donde la mayor cantidad de hombres cesantes son hombres nacidos en Suecia y no en el extranjero como se podría pensar. ¿Qué es qué?

Es difícil decir qué lo que es qué. Para nosotros como personas con capacidad de reflexión, como para el sistema judicial. Lo que no es difícil es constatar que la discriminación sí existe, que sucede demasiado a menudo y es una realidad. Y que pocos estamos libres de cometer éste pecado.

Tenemos que confiar en las experiencias de las personas. No convertirlas en un mito tipo: “no me digas-  no te creo- no puede haber sido discriminación seguro tiene que haber sido otra cosa”. La tierra es redonda y no plana, pierdes más dinero del que ganas en la lotería, nadie vive hasta los 150 años y los humanos nos tratamos de distinta manera entre si, por muchas razones distintas. Si estamos de acuerdo en los puntos anteriores podemos comenzar a indagar en cual es el verdadero efecto que tiene la discriminación en nuestra sociedad, en un plano emocional y salubre para los individuos que componen la sociedad (según el Ministerio de Salud Sueco, la discriminación lleva a una peor salud mental)  y por la economía nacional que aspira a una oportunidad de trabajo para todos en la sociedad.


* En Suecia existe una entidad gubernamental que se encarga de los reclamos de los ciudadanos que por a o be motivo han sido discriminados en la sociedad. En esta entidad trabaja el funcionario gubernamental llamado, Diskrimineringsombudsmannen (DO), quien está a cargo de las demandas ciudadanas de éste tipo.

 *Fittja: Barrio del Municipio de Botkyrka, conocido medialmente por ser un barrio donde la mayoría de los habitantes son inmigrantes y por los problemas sociales de mayor escala.
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domingo, 10 de marzo de 2013

Opiniones mas directas y atrevidas en los barrios vulnerables


En la encuesta realizada en los barrios vulnerables, “Los barrios del programa habitacional del estado, Suecia 2011”, mostró que mayor cantidad de las personas contestaron con certeza en las alternativas: “totalmente de acuerdo” o “pésimo”, en el cuestionario. Preguntas que en realidad solo eran afirmaciones sin base.

Comparamos los resultados con la encuesta anual de Orvesto, ya que, tomamos prestadas algunas preguntas de aquella encuesta con aquel fin y los resultados mostron que lo que era representativo para el “sueco promedio” al contestar las preguntas, eran las alternativas mas suaves como “relativamente de acuerdo” o “bastante mal”, en vez de “totalmente de acuerdo” o “pésimo”.

¿Sería esto uno de los rasgos característicos en sí, del habitante de un barrio vulnerable? Según dicen,  los suecos serían expertos en mantenerse al margen, sin opiniones drásticas o dogmáticas y que acomodan en un nivel “mediano”. ¿Quizás existe una diferencia en los habitantes de poblaciones vulnerables? ¿Somos más atrevidos y directos?

Esto me hace recordar un capítulo -no recuerdo cual, en la fenomenal antología: “Hablando de clases” de las autoras Susanna Alakoski y Karin Nielsen. Donde una de las autoras -tampoco recuerdo cual de ellas, escribió que ella como parte de la clase obrera, fue criada en un medioambiente donde los conflictos eran bulliciosos además de estar llenos de improperios,  asimismo, eran en sí bastante evidentes. Por lo que, ella, sin todavía entender que pertenecía a la clase media, no se daba cuenta de los conflictos en los que yacía, ya que estos eran tanto mas silenciosos, sutiles y apáticos.

¿Quizás hay una sinergia ahí? Según yo, la cultura de los barrios del programa habitacional de gobierno, es un coctel de los atributos de la clase obrera, aquel efecto que se produce cuando una parte de la clase obrera es en realidad una clase media de nivel académico degradado, y por supuesto además la influencia y herencia de la cultura de otros países.

¿Es esto algo que puedo incomodar en una organización? ¿que pueda causar complicaciones en un encuentro comercial o en servicio al cliente? Supuestamente sí.
Los propetarios de las tiendas del centro comercial de Skärholmen * me han contado que el personal en que trabaja en el sector necesita entender que es necesario otro tipo de contacto con el cliente de ese sector, u otro tipo de cultura en lo que trata a las reclamaciones o quejas de los consumidores.

Mi teoría es que muchos se ahorrarían un gran dolor de cabeza, si solo se informaran y fueran humildes ante este nuevo mercado y lo que le caracteriza.

* Skärholmen: localidad al sur de Estocolmo, con una gran población de inmigrantes que viven o visitan frecuentemente el barrio.