lunes, 29 de abril de 2013

Tres pájaros de un tiro


Cuando comenzó la guerra en Irak, Södertälje - municipio al sur de Estocolmo, recibió alrededor de 3000 refugiados de éste país. Fue una de las comunas que recibió la mayor cantidad de refugiados en el mundo, hasta mas que el total de todo EE.UU. en el mismo periodo.  El consejero municipal recibió gran atención y además viajó a EE.UU. para participar en la convención del partido demócrata para hablar sobre la situación de los refugiados. Todo el tiempo con la sensación de que él y Södertälje se habían metido en un rollo.

En mi cabeza pensé: ¿Rollo, carga, problema? ¡Que cómo no ven los enormes recursos que pueden significar 3000 personas! Luego de haberlo pensado más detenidamente se me ocurre que los conocimientos adquiridos de estas personas coincide con una demanda de mercado que no está siendo saciado en este momento.

Todos los iraquíes hablan árabe. Y Suecia no exporta nada al medio oriente, u otros países árabes. Los países y sectores con árabe como idioma principal junta a un grupo de 400 millones de personas. Qué menudo mercado para aprovechar para las empresas suecas! En mi fantasía utilizaba el tiempo como concejal para encontrar a un empresario oriundo de Södertälje que sepa hablar el árabe, para comenzar una empresa municipal con la idea de negocio de ofrecer ventas de exportaciones para compañías grandes. La empresa les contrataba, los capacitaba rápidamente a vendedores y encontraba unos cientos de empresas suecas.

Utilicé a mi nuevo recurso de una manera que fortaleció la economía de mi municipio, creé un nuevo comercio de exportación en Suecia, fortalecí la posición como país de exportación y le di un empleo nuevo a la mayoría de las familias recién llegadas – con el atractivo sueldo propio, que además, puso en marcha una nueva carrera y el bienestar que trae consigo darle al municipio un ingreso de dineros de impuestos en vez de numerosos costos en contribuciones del estado.



viernes, 19 de abril de 2013

El primer empleo


Aquel tan importante primer empleo. Es una incógnita para mí que no sean más las empresas que quieran ser quienes le den ese anhelado primer empleo a un inmigrante sueco. Piénsalo,  cuan gratitud sentirías si llegaras a un país y rápidamente se aparece una oportunidad de empleo y metes un pie dentro de una empresa, empiezas a adquirir contactos, quizás un sueldo mediocre pero una oportunidad de ser visto y desarrollar en el trabajo. Probablemente de aquella gratitud yacería un lazo de lealtad, de por vida, por aquella compañía, además de que tu le darías publicidad gratuita y de primera fuente cuando durante toda tu vida contaras sobre tu primer tiempo en Suecia.

He visto varias pequeñas iniciativas, pero la mayoría sin sentido. La principal razón: el practicante inmigrante, recién legado, que reciben las empresas en estos proyectos, no han coincidido en un plano de lenguaje e idioma. Yo mismo tuve una experiencia de este tipo con un practicante de Nigeria. Hablaba un inglés terrible y nada más que su propio idioma, que nadie en la empresa sabía hablar. No tenía sentido! La comunicación era imposible y aunque el chico seguramente era brillante, no podíamos conseguir nada- nosotros con él y él sin poder contribuir con nada devuelta. 

La solución es obviamente lograr una combinación acertada con los “recién llegados” con un supervisor en la empresa que hable el mismo idioma. De todas maneras es mas rentable para todos y en todos los aspectos- comerciales como humanitarios, que yo quien hablo español tenga a un practicante Boliviano y que Zanyar quien es curdo, fuese supervisor de un recién llegado curdo-soraní, en que los tengan rebotando de lugar en lugar sin poderse hacer entender, y seguir simplemente porque la oficina de empleos lo requiere.

Si fuera distinto podríamos conversar con ellos, ayudarles de manera sería a ampliar su red de contactos. Podrían tener labores con sentido y contribuir de verdad.

Lo mejor es que es fácil de hacer! Si es que la oficina de empleo no copera, hazlo tu mismo. Averigua qué idiomas hablan tus jefes o empleados y pregúntales si les vendría bien un ayudante en práctica. Pídeles que escriban un pequeño anuncio, imprímelo en dos a4 y pégalos en el campamento de refugiados mas cercano o quizás en la oficina de migración. Y Voila! 

martes, 9 de abril de 2013

Luego del éxito- ¿ te quedarías viviendo en el mismo barrio?


La pregunta es común y los ejemplos que confirman la tesis son muchos, o mejor dicho: los ejemplos, que confirman que las personas se mudan de los barrios del plan habitacional del estado cuando consiguen éxito en sus vidas, son muchos. Lo que tampoco significa que se quieran mudar de ahí.

Miklo ha hecho distintas encuestas a los habitantes de estos sectores sobre sus deseos y pensamientos sobre su situación de vivienda, posibles cambios, qué opiniones tienen sobre su barrio actual etc. En una encuesta a pedido del Ministerio de Viviendas les hicimos una pregunta directa: ¿Qué es lo peor de vivir en tu barrio? A pesar de tener variadas alternativas en la lista de respuestas, 40 % de los encuestados dice no ver ninguna desventaja con el lugar en donde habitan. Y una de las razones principales que la mayoría declara ser una desventaja es la reputación del barrio.  Es decir la mayor desventaja recae en la imagen que otros tienen del sector- y no algo en sí del barrio mismo.

Nuestro análisis simplificado es que aquellos que se mudan lo hacen justamente por este motivo. A penas tienen la oportunidad la toman. Es porque otros le verán como más exitoso, o si se quiere: te da un mejor estatus. Aprendes esto tempranamente: 43,9 porciento de los jóvenes de 16 a 22 años, han contestado que “ha pasado alguna vez”, “muchas veces” y “a menudo” que su dirección doméstica les ha jugado en contra. Y cuando estos habitantes de los barrios vulnerables entran en un periodo activo en sus carreras profesionales , así como por los 23-35 años, comienzan a mentir más que nunca sobre dónde viven. Uno de veinte lo ha hecho alguna vez.

La mayoría de estos habitantes, al recibir una pregunta directa, dicen desear mudarse de los barrios vulnerables, aun así, muchos más los que prefieren quedarse.